El aumento de los costos internos y la pérdida de mercados externos, como Chile, Brasil, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, las principales razones.
El año pasado se produjeron 1,34 millones de toneladas, la marca más baja de los últimos 10 años.
Así lo señala un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, en base a datos de la Asociación Mundial de Manzanas y Peras.
A fin del año pasado se reclamó que no podía realizarse la cosecha, porque no se podía vender a un precio que pudiera absorber los costos.
Tampoco podían aumentar los precios, luego de que el Gobierno abriera la importación de frutas de otros países como Chile.
Desde la Undav sostienen que por cada kilo de manzana el productor recibe $ 4,2 , mientras el precio en góndola llega a $ 48.
En el caso de las peras, por cada kilo el productor recibe $ 3,3, mientras el consumidor paga $ 31,2.