La empresa láctea cerró cuatro plantas de producción, ante la baja del consumo doméstico, y las inundaciones en la cuenca lechera que se registraron tiempo atrás.
Tienen previsto paralizar dos plantas más, lo que significa otros 1500 puestos laborales menos.
En la localidad cordobesa de Brinkman fue cerrado el depósito de quesos y acondicionamiento de materia prima para seleccionarla por calidad.
En Coronel Charlone, Buenos Aires se elabora roquefort.
En Moldes, Córdoba se fabricaba queso pasta dura para el mercado interno y para exportación.
También la planta de Centeno,en Santa Fe pararon la producción.
En los próximos días, pararán por tres meses otras dos plantas por tareas de mantenimiento anuales.
Ante la falta de materia prima, aprovecharán para reacondicionarlas.